La Braña de Orallo. El lugar mas bonito del mundo.

Lo que veo cuando me levanto:el norte arriba,
abajo el sur, y la cabana al mediodía, hacía un
día precioso, y con mucho calor.





Esta es la Braña de Orallo, un bonito pueblo, del Valle de Laciana, cargado de historia, y que en su día contó con una población elevada, y en el que se realizaban actividades culturales ,que ya quisieran ahora algunas ciudades. Se le llama Braña a los valles entre las montañas donde pastaba el ganado, que se dejaba allí permanente, excepto en el invierno,y sólo se subía a ordeñar y ver como estaba, bien caminando o con caballerías, guareciéndose el pastor y el ganado si el clima se estropeaba, en las "Cabanas", casas de piedra con el tejado de "Teito", (Paja de centeno o escobas) que servía de cuadra y pajar y donde el brañero, tenía un "cocino" para dormir y comer lo que llevaba. Actualmente ya no tienen ese fin la mayoría y algunas se han caido, y otras han sido rehabilitadas como vivienda de verano. Hay muchas Brañas, la de Lumajo, la de Caboalles, la de San Miguel, pero para mi la de Orallo es uno de los lugares mas hermosos que conozco, donde puedes contemplar la Via Lactea en las noches de Agosto, tirado en la hierba y dejando que la brisa y los brazos amantes acaricien tu cara. Es un lugar muy frecuentado por los montañeros, pues se encuentra en la ruta de algunos picos, como el Cornón, y es zona fronteriza con Asturias, por el puerto de las Cerezales, desde cuya cumbre se da vista a la Braña de La Pornacal y si vas en silencio, puedes descubrir un grupo de rebecos, o corzos, pastando tranquilamente. Antiguamente pasaban por estos montes los arrieros con las caballerías, a Orallo para comprar o intercambiar mercancias, y algunos lo festejaban un poco de mas , siendo el caballo el que tenía que hacerse cargo de que llegaran de nuevo a casa. Este lugar está cargado de energía positiva, y automáticamente el silencio y la paz de la montaña, el verde de la hierba y el susurro del viento entre los piornos, hacen que te olvides de todo lo que ibas pensando, para dedicarte a disfrutar: de su agua cristalina, de sus sendas delineadas habilmente por el ganado, que sabe como evitar las cuestas, de las orquídeas silvestres en primavera (hay mil variedad de flores), las "grichandanas" (narciso) del brezo en flor y de la retama, de los tuneles entre los piornales, donde puedes imaginarte gnomos y jainines deslizándose entre las sombras o colocarte al abrigo de miradas curiosas y disfrutar de una siesta al mediodía, o hacer el amor mientras el sol dibuja en tu piel la danza de las escobas, disfrutar los arándanos, o las caminatas hasta las Veigas después de cenar, o un baño en el rio despues de hacer una buena Ruta hasta el Chao Boo, (Lago Bueno), dormirte con el sonido del agua y de las "chuecas" de las vacas y los caballos, o el sonido de los mastines, en la noche. Cuando refresca, encender la estufa, y escuchando el crujir de la leña y el sonido del viento, simplemente soñar.
Durante muchos años acampamos en sus veigas, y mis hijos durmieron con 7 meses arropados por el olor de la hierba en un colchón relleno de heno, (un placer de dioses), compartimos con los pastores de la trahumancia el cuidado del ganado, y como contaban las merinas al pasar por el lavado-desinfección de patas (!50!, raya, decía uno de ellos), y compartimos su café en el chozo hoy derruido, y sus historias, y encendimos hogueras cuando venían a visitarnos y alguna noche nos pilló el relente a las cinco de la mañana contando chistes e historias para no dormir, jajajja, mientras los niños dormían placidamente en la tienda, porque nunca pasamos frío y lo hizo y mucho, pero allí estaba la magia y la aventura, y la leña seca de piorno y de urz, para darnos calor. Y la bolsa de agua caliente, y el sol que nos levantaba por las mañanas, y espero que tengamos salud para poder dormir muchas noches allí y poder disfrutar de nuestros nietos y que vean al zorro, y escuchen el canto de la "corusia", y de la alondra. Hoy está cubierta por una capa de nieve que en algunos lugares ha sobrepasado los 150 cm , pero sigue estando hermosa, este año quizás en Abril aun no se pueda subir a dormir, pero subiremos a respirar el aire puro, y a descubrir los pequeños tesoros, El Cedro del Libano, que trajo Javi, y que con tanta nieve casi no habrá extrañado su país, las torrenteras del deshielo, los neveros a la sombra para hacer culo- sky, la fuente de los pastores, el refugio, que ya no tendrá leña, en fin las pequeñas cosas que hacen que la vida merezca la pena ser vivida, y que nos recargan de energía, y ponen nuestro sistema inmunitario a tope, y nos quitan el estres (para que queremos ser tres, si somos uno), y hacen que valoremos que lo que realmente tiene valor, no está en crisis, porque nadie puede comerciar con ello. Otro día os hablaré del pachuezo, el habla de Laciana, y del baile del país. Gracias a la Pachamama, por permitirnos disfrutar estas maravillas.